Día 3.- La Báltica

Después de la jornada de metro (y ya en la superficie) entramos en un "super" a pillar algo de provisiones cuando allí estaba ante nosotros, como esperándonos, "La Báltica". Cual visión celestial allí teniamos esas latas de cerveza de 1 litro (quién diga que los rusos no hacen las cosas a lo grande...) El caso es que también compramos algo de embutido de nombre indescifrable, pero con pinta de mortadela y algo parecido a un lomo al horno (por cierto estaba de puta madre). Pero a lo que vamos lo de "La Báltica" es lo que nos trae aquí, los litros corrían que daba gusto y una cosa llevo a la otra y cuando quisimos darnos cuenta estabamos en la Plaza Roja (donde solo estabamos nosotros, unos borrachos como nosotro y el guardia de la tumba de Lennin, al que le habría gustado unirse a la fiesta). Resumiendo, si vienes a Moscú, tienes que ver la Plaza Roja con "La Bática" de litro entre las manos.